"En nombre de mi padre, el gran Maestro de la guitarra Celedonio Romero, quiero agradecer profundamente a mi querido discípulo Vicente Coves Merino, por tan maravilloso homenaje que, con tanto respeto por la Guitarra y los compositores aquí representados, ha interpretado, poniendo su gran talento guitarrístico al servicio de la Música. Deseo y auguro, con gran alegría, muchísimo éxito a ésta grabación y a Vicente en toda su carrera artística"
Pepe Romero
"Vicente Coves es un joven y ya gran guitarrista de la rica cantera andaluza. De escuela clásica, alumno aventajado de mi gran amigo Pepe Romero, posee una magnífica técnica que le permite resolver con facilidad los pasajes más difíciles de tipo virtuosista o crear una maravillosa atmósfera de recojimiento en los momentos más líricos o íntimos. Como andaluz que es, no sorprende la enjundia y el estilo con que toca los pasajes y cadencias de caracter flamenco. A pesar de su juventud tiene el aplomo, el temple y la clase del profesional ya consagrado. Todas estas cualidades las puso a prueba en el estreno de mi “Sinfonía a Granada” y fueron factor decisivo para el gran éxito que tuvimos todos ese día"
Lorenzo Palomo
"Vicente Coves un gran artista que domina con profundidad el arte de tocar la Guitarra española, sea el "mozartiano" Sor o unas Soleás por Bulerías. ¡Bravo!"
Manuel Hernández Silva
"...Coves llenó el recital con su gran sensibilidad y prodigiosa técnica, haciendo alarde de sus dotes musicales y gran potencia de sonido..."
"Soberbio"
"...eleva la Música a momentos insuperables"
"...provocó un silencio sepulcral con su guitarra sin amlplificación..:"
Ideal de Granada.
"...el disco que nos presenta Coves es un homenaje tanto a Romero como a la Guitarra como instrumento. En él aparecen registradas composiciones del propio Celedonio Romero junto a obras de Turina, Tárrega, Rodrigo o Gaspar Sanz en un estilo que desgarra el registro guitarrístico buscando unas señas de identidad del propio instrumento descarnadas y muy intensas. Nada de elegancia del registro medio, sino la pasión que toca con sus yemas parte del flamenco y parte de la historia de éste instrumento..."
Antonio Moral Álvarez
"Dentro del ciclo, que en el Auditorio Nacional de Música viene desarrollando la Orquesta de la Comunidad de Madrid...la colaboración solista del joven guitarrista de Linares Vicente Coves, que así con obras de responsabilidad (Fantasía para un Gentilhombre -Joaquín Rodrigo) presentaba en Madrid, lució una claridad a todas luces conseguida y perseguida...Triunfó ante público que le ovacionó larguísimamente y tan entusiasmado como para obtener un "bis"...".
ABC, Antonio Iglesias.
"Uno de los mejores y màs apasionados guitarristas"
Specttacolo Tascabile Classica
"Triunfal estreno"
Córdoba.
"Guitarra española: El virtuoso Coves. Alto, cabello negro, ojos indulgentes , discìpulo de Pepe Romero, el màs aclamado guitarrista del mundo y virtuoso"
Il Giornale della Toscana
" Lo más importante hecho en la historia por la diputación de Granada"
"El estreno mundial de la 'Sinfonía a Granada' entusiasmó al público, que dedicó una larguísima ovación a esta obra"
Ideal de Granada.
"...Aclamado en Amèrica, Europa, Sudamèrica y ahora en Italia..."
La Nazione
"...Estallan las cuerdas y surge la guitarra flamenca de Juan Manuel Cañizares y la clásica del granadino Vicente Coves. Sobre el tono de soleá por réquiem, Morente grita un texto de San Juan de la Cruz... Un silencio y toma el relevo la voz de El ruiseñor de la Alhambra, Estrella Morente..."
El País
"...La canción social del disco: un tango de Astor Piazzolla con letra de Horacio Ferrer que narra la historia de un niño que vende rosas. ...Dos guitarras (otra vez Cañizares y Coves) y la voz de Morente en un escalofrío...
El País
"Con el Concierto de Aranjuez, la guitarra fue un piano"
La Repubblica
"...Pepe Romero, omnipresente: Su discípulo Vicente Coves toca en la Sinfonía a Granada. Coves lo hace con ímpetu, y tiene que hacer mucho más trabajo , en todo caso, que su Maestro en "Nocturnos de Andalucía". Vicente es un artista brillante de 26 años . Su forma de tocar es muy clara, muy categórica, muy vigorosa y al mismo tiempo de modo diferenciado en dinámica y agógica. Tiene que luchar claramente más "contra " la orquesta que Romero en Nocturnos. Palomo reduce en nocturnos las voces en la orquesta para hacer que el instrumento suene en solitario. En la Sinfonía a Granada, él no lo hace y garantiza con eso muchas veces un enfrentamiento dramático de Tutti y guitarra..."
4th fret, Alex Schmitz
El concierto empezó con tres piezas de Astor Piazzolla interpretados por el quinteto Versus Ensemble que me pusieron la piel de gallina e hicieron que me temblara el corazón. Pero el recital no había hecho más que empezar. Apareció en escena, entonces, Horacio Ferrer, para el que no tengo palabras. Solamente emociones. Esa voz tan profunda y tan uruguaya recitando "María de Buenos Aires" -"ahora que es la hora"-, acompañada por la guitarra de Vicente Coves, introdujo en la sala un duende tanguero que se coló en los corazones de todos los asistentes. Observé al público. Los ojos cristalinos. Las miradas agradecidas. La emoción se hizo música y poesía esta noche .¡Gracias, maestros¡
BarcelonaJazzFestival
"El guitarrista clásico Vicente Coves, que también es compositor, arreglista, y el autor de las notas de este álbum, es una potencia musical a tener en cuenta. Discípulo del reconocido Pepe Romero (él mismo uno de los tres hijos del legendario guitarrista Celedonio Romero), Coves es claramente un artista cuya estrella va en aumento, como lo demuestra este registro de 2011. Desde la primera pista, Preludio, con sus ritmos juguetones con el tempo y el estado de ánimo que cambia de Al Maestro, Coves es capaz de reproducir todo con un agudo sentido del espíritu de la música. Coves destaca en piezas como Canción de cuna, que es tan conmovedora, etérea, desgarradora e íntima que es casi difícil escuchar la pieza volver a comenzar. Un punto destacado del álbum es el ultra-moderno Chelitango, que Coves mismo escribió en 2004, lo que deja al oyente que desee oir más obras compuestas por el artista. No hay duda de Coves técnica o su maestría musical especializada que le permite manejar con gracia rubato y transmitir una variedad de emociones..."
"...la pasión en Alfonsina y el Mar es tan agradable que uno desea que él se acerque más al filo como artista y escoja más obras que requieran este tipo de energía..."
V. Vasan Allmusic.com , marzo 2011
"La clave de esta grabación está en la pequeña frase que termina el libro: "Vicente Coves quiere dedicar este disco a su madre y la memoria de su padre". Para todo quedó claro. En su mayor parte, este es un disco compasivo, cuidado, de música tranquila muy hermosa, tocado con la mayor sensibilidad y compasión.
Se inicia con un Preludio de Ponce, que no predice qué va a continuar en el disco. Esta pieza, con el impulso de una Courante de Bach, se distingue del resto, que es más relajado, más melancólico, y más latino. Este movimiento es la corta mañana saturada, que nos lleva a una noche larga y tranquila. Escuchamos otra de las creaciones de Ponce, la bella y melancólica Chanson de su Tercera Sonata; Coves canta cada nota.
Hay dos piezas de Celedonio ("Papa") Romero. Guasa es como una gran caja de música: una melodía mecánica gira sobre ostinato-arpeggios en el bajo. Esta forma alegre de entretejer se asemeja a la música de Joaquín Rodrigo. Tango Angelita es un tango tradicional (no de la rama Nuevo Tango), en apasionados tonos púrpuras.
De color púrpura nos movemos hacia el azul más claro en la canción de cuna con encanto de Brouwer. Su movimiento tiene un balanceo suave y está iluminado por una sonrisa. Coves interpreta con cuidado, como si esculpiera la música de la nada. Al Maestro por Morel, un homenaje a Celedonio Romero, es el track más largo en el disco. Se trata de una nebulosa de salpicaduras disjuntas y estáticas, de las cuales emergen episodios de tormenta o como toccata, sólo para disolverse de nuevo en la nebulosa. El reloj de Roberto Cantoral es una canción hermosa, tranquiliza el estado de ánimo de tal forma que usted quiere oír la obra en repetición indefinida.
La catedral de Agustín Barrios Mangoré es una de las más bellas piezas escritas para guitarra. Su primera parte, Saudade, tiene el frágil, quejumbroso "Ting-a-ling" de una siciliana de Bach. La simplicidad del diseño y la secuencia armónica me recuerda el Preludio en Do Mayor del Clave bien temperado, pero se mudó a un tono menor. La parte central, Andante Religioso, continúa con una mezcla de tristeza latina y la transparencia bachiana. Es la meditación y amplitud, como el
interior de una catedral. La obra termina con el movimiento tempestuoso del Allegro solemne, el paralelo del Preludio en do menor del WTC.
No sé lo que la famosa “Paloma” de Iradier está haciendo en un disco de Música de América Latina. Tal vez el guitarrista o uno de los dedicatarios del disco tenía un punto sentimental a ella. De todos modos, esta habanera dulce y sensual se ajusta perfectamente a este disco. La lectura es bastante lenta y un poco "ebria", saboreando las notas como el buen vino. Es amplitud que hacen sentir bien, y no quieres que acabe nunca.
Vicente Coves es compositor, y su Chelitango es una prueba de su habilidad para componer. Se trata de una pieza compleja, con el estado de ánimo que oscila entre melancólica y trágica. El primer tema es sensible y reflexivo, como en Adiós Nonino de Astor Piazzolla. Después nos trasladamos a los episodios más agitados. Una vez más, nos encontramos con algunas pinceladas de Piazzolla , cuando la música de viento y lluvia da paso a una sonrisa triste, como un rayo de sol tímido. En las notas al programa, Coves escribe acerca de Piazzolla y lo difícil que es " evitar, aunque sea parcialmente, su influencia y encontrar un nuevo camino después de su trabajo". Creo que lo hizo muy bien. Esta es una hermosa música, y el mismo compositor toca como nadie puede hacerlo.
Saudades de Barrios parece tela de hilo fabricada en oro, en una estructura que es tripartita. Hilado chopinesco en las partes extremas, con un episodio central más reflexivo.
Alfonsina y el mar es una canción conmovedora, triste, popularizado por Mercedes Sosa y Nana Mouskouri. Luego fue tomada por casi todo el mundo a partir de Plácido Domingo y Shakira. Y esto es comprensible: es difícil pasar por una melodía tan conmovedora e inolvidable, un verdadero instrumento de Manhã de Carnaval. El arreglo de Coves es suave y soñador.
Vicente Coves fue discípulo de Pepe Romero, y se nota. Su técnica es excelente, su dominio del sonido es absoluto, y toca de maravilla. La cantidad de ruido extra-musical es mínimo. La grabación es fiel y amplia, y así conserva el aura de la guitarra. En definitiva, se trata de una grabación preciosa ..."
Oleg Ledeniov
MusicWeb International, April 2011